Mackenzie. Boston, 2024, oficina de la CEO Torre central del Holding O ´Sullivan Park. - “Hay algo extraño en todo esto, Carlos revisa este contrato y la contabilidad sobre los Bungalows Arcoíris en Canadá. Tengo la sensación de que algo no está bien en los gastos con referencia a las ganancias.”- le dije a mi asistente después de revisar los últimos informes económicos que había recibido de uno de los complejos que habíamos abierto recientemente en el estado de Canadá. Carlos revisó el informe que yo le di sólo por encima, y como yo esperaba, enseguida detectó lo que a mí me parecía extraño. - “Es verdad están como infladas las cifras, algo no cuadra sobre todo lo que tiene que ver con los gastos y ganancias de las excursiones y el mantenimiento de los bungalows”- dijo Carlos, alentando mis sospechas. - “Necesito que averigües qué es lo que está pasando, antes de qué viajemos a Canadá el mes que viene, no me gustan las sorpresas, ni que me cojan despreve
Brandon. Boston, 2024, Parque de bomberos del distrito doce. - “Jefe Hernández, he revisado el inventario de los camiones doce y nueve, también se han repuesto las botellas de oxígeno dañadas en la última intervención.”- me dijo Louis entregándome la carpeta con la hoja de inventario. - “Jefe Hernández, ya ha llegado las provisiones enviadas por las familias, las están colocando en la despensa y en el refrigerador grande.”- me dijo desde la puerta del despacho de guardia, el bombero novato adjudicado a mi equipo, Dennis Morgan. - “¡Ah!, por cierto, sus hermanas Megan y Alice le están esperando en la entrada.”- dijo algo ruborizado y nervioso el bombero. No tenía que adivinar que había provocado que el rudo bombero se mostrara tan nervioso, desde que había llegado, hace cuatro meses, al equipo desde la academia, Dennis, cada vez que veía a mis hermanas reaccionaba como un estúpido adolescente, no sabía exactamente cuál de las dos le gustaba, igualmente, daba ig
Brandon. Boston, 2024, Torre O ´Sullivan. Lo primero que me di cuenta cuando llegamos a la plaza central de la Torre del Holding O ´Sullivan, es que ya se encontraba allí uno de los dos camiones de bomberos del equipo dos del distrito nueve. Tras organizar a mi equipo para sacar el material que de seguro necesitaríamos, fui a informarme de la situación con el jefe Evans, que era el encargado del equipo dos del distrito nueve, lo encontré en el vestíbulo junto a alguien de mantenimiento del edificio, nada más verme, Paul me hizo una señal para que me acercara. - “¿Cuál es la situación?”-pregunté a ambos. - “Ahora mismo me estaban informando el jefe de mantenimiento, nosotros prácticamente acabamos de llegar.”- me dijo el jefe Evans, mirando de nuevo al encargado. -“Como le iba diciendo a su compañero, hay cinco ascensores afectados, cuatro de ellos tienen gente encerrada en ellos, dos son de uso público, y los otros dos son únicamente para uso de los
Mackenzie. Boston, 2024, Torre O ´Sullivan. Mientras esperaba la llegada de mi indeseado rescatista, me dio tiempo para sopesar cómo me había librado de lo que probablemente era una muerte segura. Dejé que mi mente regresar al momento en que me encontraba en el interior de esa cabina, relatando paso a paso en mi cabeza, las acciones que me llevaban a estar, en este momento, colgando a varios metros sobre el suelo de una cuerda, que, si no me fallaba la memoria, desde que se había implementado, era la primera vez que se usaba. Pronto en mi recuerdo, me encontré minutos antes que el desastre se produjera. Me vi a mí misma dentro de la cabina, y mi memoria hizo el resto. En ese momento, las sacudidas eran constantes, y extrañas, en un principio me agarré a la sujeta mano que había en la parte de atrás de la cabina, para no caer al suelo, pero, de repente dejó de sacudirse, mientras oía el chirriar de los frenos del ascensor evitando que este se moviera. Fu
Mackenzie. Boston, 2024, Torre O ´Sullivan. Lo suyo hubiese sido que le diera las gracias por haberme salvado, pero eso, en mi estado actual, era algo que no podía permitirme. - “Sin quejarse, Vader bombero, como te dije antes no hacía falta que fueras tú el que tuviera que rescatarme, tienes más hombres que lo pueden hacer, no sé qué empeño tienes en ser tú el único que lo puede hacer, ¿no te han enseñado durante tu preparación como bombero que es el jefe también puede delegar responsabilidades a otros?”- le dije levantándome también del suelo, mientras me sacudía la ropa sin mirarlo a la cara, no quería que mis ojos vieran que, en el fondo, no pensaba lo que decía. -“El problema está, maldita lunática pelirroja, en que no deseo que mis hombres acaben en la cárcel por incumplimiento de sus funciones, al arrojarte por ese hueco del ascensor tras haberte rescatado, en cambio yo soy tan inmune a tus tonterías, que me da igual lo que opines, simplemente he hecho mi trabajo
Mackenzie. Boston, 2024, Charlestown Mansión del O ´Sullivan. - “¿Sabes que soy mayor de edad? y esto que estás haciendo se puede considerar un maldito secuestro, señor O ‘Sullivan”- le dije enfadada a mi padre. Después del incidente de hoy, y ante la ansiedad de mamá gallina de mi madre con por su polluelo, tuve que prometer, que esta noche, cenaría con ellos y la pasaría en la mansión, para lo que no estaba preparada, y desde ya digo que fue una trampa orquestada por el ex CEO de la compañía, o sea mi padre, era que tras cenar, al ir a su despacho para calmarle, por lo que Carlos había descubierto, mi padre ejerciera su poder paterno para obligarme a permanecer en la mansión hasta que las cosas se resolvieran. Solo me faltaba eso. - “Pues ya sabes, denúnciame, ¿Quieres que te marque a la policía?”- me dijo mi padre con una sonrisa ofreciéndome su móvil, ya que sabía que el mío lo había perdido en el accidente, no accidente, en el ascensor. - “Muy gracioso,
Brandon Boston, 2024, Jamaica Plain Casa de la familia Hernández. - “Mamá dime la verdad, ¿es para esto que querías que Louis y yo viniéramos a la fiesta? ¿Verdad?”- le dije a mi madre después de la quinta vez que ella nos redirigía para que colocáramos las serpentinas y globos en la pérgola central del jardín trasero de la casa de mi familia. Mientras, otros bomberos, amigos de mi padre, también engañados, y como único cobro, unas chelas, como solía decirles mi padre, estaban montando las carpas, cerca de la pérgola, mientras las mujeres ponían las mesas con los manteles de flores, que mi madre guardada para estas ocasiones. - “Menos quejarte que te pasa el día subido a escaleras, Brandy.”- dijo mi hermana Megan, que sostenía, innecesariamente, la escalera de ágil Louis que en ocasiones me miraba pidiéndome ayuda. - “Tú, niñata, desaparece, pero ya, o ya sabes a lo que te expones.”- le dije haciendo amago que me bajaba de la escalera. - “¡Mamá!, dile a
Mackenzie. Boston, 2024, en dirección a Jamaica Plain Casa de la familia Hernández. Mientras miraba por la ventanilla de la limusina, decidí que no preguntaría más donde íbamos, mi madre no soltaba prenda, y mi padre, por claro instinto de supervivencia, y para que la mujer que amaba no se lo hiciera pagar más tarde, no iba a soltar prenda. Tenía una ligera sospecha cual era el interés de mi madre, para que yo asistiera a esta fiesta, seguro que la amiga o amigos de mis padres, tenía un ejecutivo, o heredero, soltero al que mi madre intentaría presentarme, con pretensiones claras. No era la primera vez que me hacía algo como esto, por otro lado mi madre debería haber aprendido hace años, que hacerme este tipo de encerrona, sólo la avergonzaba más, desde muy pronto, aprendí que ante estos trucos sucios de mi madre, yo sólo tenía que comportarme como lo que todos creías que yo era, una heredera caprichosa, malcriada y exigente, la millonaria más insoportable y o